sábado, 30 de junio de 2012

DESPACHO PARROQUIAL EN VERANO


DESPACHO PARROQUIAL EN VERANO
(para hablar con el párroco)
VIERNES POR LAS TARDES a las 6,30- antes de las misas. En horario de verano son a las 7 de la tarde

HORARIO DE CÁRITAS EN VERANO


HORARIO DE CÁRITAS EN VERANO




5-6 de la tarde los miércoles

jueves, 14 de junio de 2012

En reforma








En reforma

LA PALABRA DE DIOS DEL DOMINGO


Orar con la Palabra de Dios

Homilía para el día 4 de agosto de 2013



Y Jesús, para ACLARAR lo que quería decir contó una PARABOLA DE UN HOBRE QUE SÓLO ASPIRABA A HACERSE RICO. Ese hombre tuvo una gran cosecha, agrandó sus graneros y se dijo: "Túmbate, come, bebe, date buena ... tienes bienes para mucho tiempo".  Había cometido un TREMENDO ERROR: no había contado con Dios. Pensaba que la vida se la daba él a sí mismo. Pero la vida no es nuestra. Jesús le llamó NECIO, por poner la vida en algo que no valía la pena. Y termina Jesús diciendo que " así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios".

            La muerte es la gran verdad de la vida. Nadie se lleva nada consigo. "Nada hemos traído al mundo y nada podemos llevarnos de él" ( 1Tim,6,7). “ El pijama de madera que nos envolverá ( la caja) no tiene bolsillos, ni armarios ...)

La gran equivocación del rico propietario estuvo en organizar su vida al margen de Dios, en ser un egoísta... Se presentó ante Dios con las manos vacías.

A la hora de  la verdad es el dinero el que motiva, mueve y obsesiona con   más fuerza a muchos hombre y mujeres de hoy.
 REFLEXION

Nuestra fe, Señor, es una frágil pasarela por encima del abismo. El primer golpe de viento puede empujarnos, sin sentirlo, al vacío.

                 Ponemos nuestra confianza en Ti, que eres más fuerte que nuestra debilidad.
                 Tú nos sostienes y nos tiendes puentes seguros para que nos agarremos.
                 Tu mano nos toma y nos ayuda a saltar la barrera de la inseguridad.
                 No nos sentimos desvalidos, sino que nos gozamos en tu fortaleza.
                 Que nunca, Señor, dudemos de tu amor. Tú eres nuestra riqueza.