Orar con la
Palabra de Dios
Homilía para el día 4 de agosto de 2013
Y Jesús, para ACLARAR lo que quería decir contó una PARABOLA DE UN HOBRE QUE
SÓLO ASPIRABA A HACERSE RICO. Ese hombre tuvo una gran cosecha, agrandó sus
graneros y se dijo: "Túmbate, come, bebe, date buena ... tienes bienes
para mucho tiempo". Había cometido
un TREMENDO
ERROR: no había contado con Dios. Pensaba
que la vida se la daba él a sí mismo. Pero la vida no es nuestra. Jesús le
llamó NECIO, por poner la vida en algo que no valía la pena. Y termina Jesús
diciendo que " así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante
Dios".
La
muerte es la gran verdad de la vida. Nadie se lleva nada consigo. "Nada
hemos traído al mundo y nada podemos llevarnos de él" ( 1Tim,6,7). “ El pijama
de madera que nos envolverá ( la caja) no tiene bolsillos, ni armarios ...)
La gran equivocación del rico propietario estuvo en
organizar su vida al margen de Dios, en ser un egoísta... Se presentó ante Dios
con las manos vacías.
A la hora de
la verdad es el dinero el que motiva, mueve y obsesiona con más fuerza a muchos hombre y mujeres de hoy.
REFLEXION
Nuestra fe, Señor, es una frágil pasarela por encima
del abismo. El primer golpe de viento puede empujarnos, sin sentirlo, al vacío.
Ponemos
nuestra confianza en Ti, que eres más fuerte que nuestra debilidad.
Tú
nos sostienes y nos tiendes puentes seguros para que nos agarremos.
Tu
mano nos toma y nos ayuda a saltar la barrera de la inseguridad.
No
nos sentimos desvalidos, sino que nos gozamos en tu fortaleza.
Que
nunca, Señor, dudemos de tu amor. Tú eres nuestra riqueza.